Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son un problema de Salud Pública a nivel mundial tanto en términos de morbilidad como mortalidad, debido a las complicaciones y secuelas que pueden producir si no se diagnostican y se tratan rápida y correctamente.

Según la OMS, se calcula que cada año se producen en el mundo 357 millones de nuevas infecciones de transmisión sexual (ITS), unas cifras incluso inferiores a la realidad ya que muchas de las infecciones no llegan a diagnosticarse debido a la ausencia de síntomas. Se estima también una prevalencia de 500 millones de personas infectadas por el virus herpes simplex, primera causa de úlceras genitales.

Son muy numerosas las bacterias, virus y parásitos que se transmiten por contacto sexual. De entre las más habituales, cuatro causan infecciones curables (sífilis, gonorrea, infección por Chlamydia trachomatis y tricomoniasis), siendo por tanto muy importante la detección de estas y otros gérmenes responsables para acabar con la infección y evitar su transmisión y posibles complicaciones asociadas.

Muchos de los gérmenes responsables de las (ITS) son a menudo difíciles de identificar, siendo frecuentes los casos de coinfecciones. Los métodos que se utilizan actualmente para su diagnóstico son muy laboriosos y no muestran siempre una alta especificidad.

El test de detección de enfermedades de transmisión sexual (ETS) básico, en cambio, es capaz de detectar mediante métodos moleculares, conocidos como PCR múltiple e hibridación inversa, ácidos nucleicos específicos para cada uno de los 11 tipos de microorganismos incluidos en el análisis. Tanto su sensibilidad como especificidad se aproximan al 100% en todos los gérmenes analizados.

Este test determina los gérmenes responsables de ETS que más frecuentemente afectan a las personas, ya tengan síntomas o de manera asintomática: virus del herpes simplex, Chlamydias, gonococo, micoplasmas urogenitales, Treponema pallidum (sífilis), Trichomonas vaginalis, o Haemophilus ducreyi, responsable de las lesiones tipo chancroides.

Las ETS se adquieren por la práctica sin protección (preservativos) de relaciones sexuales consideradas de riesgo –múltiples parejas sexuales, mantener relaciones sexuales con personas que se acaban de conocer, coito con personas infectadas, etc.–, por lo que este test es especialmente recomendado para jóvenes y personas sin pareja estable.

A su vez por protocolo es necesario que las clínicas de fertilidad determinen si algún miembro de la pareja es portador o infectado por alguno de estos gérmenes con el fin de ser tratados adecuadamente evitando así patologías que pudieran afectar al proceso de fecundación.

Dependiendo de la sintomatología del paciente, se podrá realizar el test a partir de muestras de orina o semen recogidos en el contenedor adecuado, o bien mediante la toma de muestras uretrales, endocervicales, vaginales, anales y faríngeas mediante el uso de un bastoncillo o hisopo. La muestra debe tomarse lo más asépticamente posible y, en cualquier caso, será necesario un corto espacio de tiempo entre la toma de la muestra y la entrega al laboratorio, con el fin de asegurar la máxima calidad en los resultados.

Puedes hacer este test de lunes a viernes en los horarios de atención habituales en los siguientes centros: Laboratorio Central Madrid, Almagro, Condesa de Venadito, Isaac Peral, Doctor Castelo, Laboratorio Central Barcelona y Riera de Cassoles.

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A los 7 días hábiles de la obtención de la muestra.