Hepatitis B

Hepatitis B

 

La hepatitis b es una infección producida por un virus que se transmite a través de la sangre, pero también por medio del semen o la saliva durante un encuentro sexual. Es importante tener en cuenta que esta enfermedad puede ser aguda o crónica, pero que en algunos casos su pronóstico puede llegar a ser fatal. 

El virus causante de la hepatitis b es muy contagioso y quienes tienen más riesgo de contraerlo son aquellas personas que mantienen relaciones sexuales sin protección, quienes se hacen tatuajes con agujas que no se han desinfectado adecuadamente o quienes reciben transfusiones de sangre de una persona infectada. 

A pesar de lo grave que puede resultar dar positivo en hepatitis b, la mayoría de las personas son asintomáticas. No obstante, en el caso de que sí presenten síntomas, estos son algunos de los más frecuentes:

  • Fatiga.
  • Náuseas.
  • Fiebre.
  • Dolor abdominal.
  • Orina de color oscuro.
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Si la hepatitis b termina convirtiéndose en crónica, debido a no haberla diagnosticado a tiempo, esto puede desencadenar otro tipo de problemas. Por ejemplo, una mayor predisposición a desarrollar enfermedades hepáticas graves, como es el caso de la cirrosis y, también, el cáncer de hígado.

Para diagnosticar la hepatitis b en un paciente, hay que hacer pruebas de sangre con marcadores específicos para esta infección, o realizar un test de enfermedad de transmisión sexual. La única forma de tratarla es con medicamentos antivirales que van a reducir la cantidad de virus que hay en el cuerpo para disminuir las complicaciones en las que puede derivar. 

La única forma en la actualidad de prevenir la hepatitis b es con la vacunación. Esta se debe administrar en 3 dosis a los bebés cuando nacen. En España, se encuentran financiadas por la Seguridad Social y se completan en torno a los 18 meses de edad.