La intolerancia a la lactosa es un trastorno común provocado por una deficiencia del enzima lactasa. En condiciones normales, la lactosa es metabolizada por este enzima en el duodeno, dando lugar a glucosa y galactosa, que son absorbidas y pasan al torrente sanguíneo.

Sin embargo, si existe un déficit de lactasa, la lactosa no se degrada y sus monosacáridos no pueden ser absorbidos en el intestino, dando lugar a la aparición de síntomas como náuseas, diarrea, meteorismo, dolor abdominal...

El test de intolerancia a la lactosa determina si el paciente presenta déficit de la enzima lactasa por la medición de los niveles de H2 y CH4 a distintos tiempos durante la prueba, tras un estímulo con lactosa.

Ayuda a establecer la causa de la sintomatología difusa e inespecífica que sufren algunos pacientes como dolor abdominal, náuseas, diarrea...

Para aquellos pacientes con sintomatología digestiva sin causa definida. Esta prueba también está indicada en pacientes pediátricos mayores de 5 años.

NO requiere extracción sanguínea.

El paciente debe seguir una preparación previa para que los resultados sean valorables (https://www.unilabs.es/pacientes/test-hidrogeno-espirado). El día de la prueba el paciente debe acudir en ayunas sin haberse cepillado los dientes ni haber usado dentífrico que pueden interferir con la prueba: únicamente se admite enjuague con Clorhexidina.

La duración de la prueba es de 3 horas en las que el paciente deberá soplar en los tubos de recogida cada 15 min tras la administración del sustrato. Si el paciente debe realizar más de una prueba de hidrógeno espirado, estas deben espaciarse como mínimo 7 días.

Puede realizar la prueba en los centros de Madrid con cita precia de Isaac Peral y Juan Esplandiú, y en los centros de Barcelona sin cita previa de Laboratorio Central Barcelona y Riera de Cassoles.

Más información sobre los centros aquí.

A los 10 días hábiles de la obtención de la muestra.