Citometría de flujo

citometría de flujo

 

¿Qué es citometría de flujo?

 

La citometría de flujo es una técnica que permite analizar el número de células y, también, su tamaño y forma. Para ello se emplea un haz de luz láser por el que deben pasar las células previamente sumergidas en un líquido. De esta manera, se pueden estudiar e investigar en laboratorio para detectar cambios en las células o enfermedades.

 

Antes de poder realizar una citometría de flujo es imprescindible obtener una muestra. Para ello, se realizará una muestra de sangre, se hará una biopsia de la médula ósea o se recogerá cualquier otro tipo de prueba susceptible de ser analizada mediante este método. Gracias a la citometría de flujo se pueden detectar:

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  • Marcadores tumorales: se detectan mediante unas proteínas que algunas células cancerosas pueden producir en cantidades que están muy por encima de la normalidad. Un ejemplo son los marcadores tumorales del cáncer de ovario que es posible detectar al obtener una muestra de sangre y analizarla.
  • Diagnóstico prenatal: la citometría de flujo en estos casos ayuda a detectar una anomalía cromosómica o enfermedad hereditaria de un bebé.
  • Sensibilidad a los antibióticos: esta es otra de las posibles aplicaciones de la citometría de flujo y es que, gracias a ella, se puede medir la eficacia que tiene este tipo de fármaco y estudiar, también, la resistencia del cuerpo. 

 

En definitiva, la citometría de flujo es una prueba esencial en los laboratorios que tiene mucho valor en campos como la hematología, farmacología, inmunología, oncología o genética. De esta manera, se pueden llevar a cabo estudios que puedan permitir avances significativos en el ámbito de la salud.