Las vacaciones son esenciales para relajarse, descansar y divertirse. A continuación te ofrecemos 10 ideas para hacer este verano, con o sin niños. Clic para tuitear
El verano es para muchas personas sinónimo de vacaciones. Descansar un poco y recargar energías es esencial para la salud física y psicológica. Parar y relajarse no solo es bueno para reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño, sino que también ayuda a disminuir el riesgo de sufrir un ataque al corazón y a aumentar el rendimiento al volver al trabajo.
A continuación, te presentamos algunas ideas de planes que puedes hacer para disfrutar de tu tiempo libre y aprovechar al máximo las vacaciones (sin olvidarte de las directrices de seguridad).
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Hacer un pícnic
El verano es la mejor época del año para hacer un pícnic con la familia. El buen tiempo trae consigo platos frescos y nutritivos como las ensaladas, los palitos de verduras y la fruta de temporada. Tómalos con agua, limonada fresca o té helado, es decir, bebidas frescas para mantener la hidratación.
Disfruta de esta oportunidad y prepara un almuerzo para el pícnic con la ayuda de los más jóvenes, para involucrarlos en el proceso. A parte de ser divertido, fortalece los lazos familiares y hace que la experiencia sea aún mejor. Es una actividad excelente para todas las edades.
Juegos de agua
Con el aumento de la temperatura, no hay nada mejor que refrescarse con un montón de actividades que puedes incorporar a tu rutina diaria.
Sólo tienes que comprar globos, llenarlos de agua y definir las reglas del juego para que se adapten al entorno y a las personas que participan, ya sean niños y niñas, personas adultas o una mezcla de todos. Usa tu creatividad y deja que el tiempo de juego fluya. Al final, la diversión está garantizada.
Ir de acampada
Ir de acampada es, sin duda, una de las actividades favoritas de los niños, aunque también puede serlo para los adultos, ya que recuerda a la infancia.
Observar las estrellas, hacer una hoguera, pasear por la naturaleza y adentrarte en ella son actividades que te harán disfrutar de las maravillas del mundo, por muy poco dinero. Aunque no sea un glamuroso hotel de 5 estrellas, te conecta con la naturaleza y con los que te rodean para que disfrutes al máximo de la experiencia, haciendo feliz a todo el mundo.
Playa o piscina
Ir a la playa es una de las actividades veraniegas más populares para todos los grupos demográficos. Siempre que tengas precaución con una excesiva exposición al sol y te adentres en el mar hasta una profundidad que sea segura para ti, acudir a la playa es bueno para tu cuerpo y muy recomendable.
Si quieres pasar el día en la playa asegúrate de llevar la comida y la bebida adecuadas, aquí te mostramos algunas sugerencias.
Aprender a jugar
Si pensamos en los padres o tutores, hay varios museos y espacios culturales que son grandes espacios para que niños y niñas se informen y se entretengan.
Desde los parques naturales hasta los zoológicos, la dinámica de educar en lugares interactivos para niños puede ser atractiva para estimularlos tanto física como mentalmente, de modo que liberen energía y tú también puedas descansar.
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Vacaciones nacionales
Las vacaciones de verano son una gran oportunidad para visitar las atracciones turísticas de tu país. Aprende o redescubre el valor de tu país desde el punto de vista cultural, histórico y natural.
Aprovecha para explorar tu ciudad natal y conocer las regiones que nunca has tenido la oportunidad de visitar; puedes enriquecerte con lo que tienes a tu alrededor. Sólo hay que tener perspectiva y valorar lo que se tiene a mano.
Practicar deportes de agua
El calor y el buen tiempo son el pretexto perfecto para empezar a practicar deportes de agua, como el surf, el bodyboard o, incluso, conducir una moto acuática. Hacer actividad física durante las vacaciones es muy importante, especialmente para tu salud. Apostar por deportes diferentes puede resultarte atractivo.
Mimarse
Si hay un momento en el que relajarse es obligatorio es durante las vacaciones. Aprovecha al máximo tu tiempo libre y mímate. Las prisas diarias, el estrés y los compromisos ineludibles suelen hacer que te olvides del autocuidado.
Aunque hay que cuidarse durante todo el año, las vacaciones pueden ser una excelente oportunidad para recibir unos cuidados extra. La meditación, el ejercicio físico, los masajes o incluso probar una nueva rutina de cuidado de la piel pueden ser pequeños gestos que marcarán la diferencia en los niveles de relajación.
Pasear por la playa
Ir a la playa es una actividad típica del verano, pero más que tomar el sol, te recomendamos dar un pequeño paseo por la playa, para ver el amanecer o el atardecer; son momentos que probablemente no puedas disfrutar tan fácilmente durante el resto del año, por tu horario laboral.
Detenerse y apreciar los pequeños placeres que proporciona la naturaleza es un lujo. La sencillez del mindfulness junto con el ejercicio físico y un bello entorno ayuda a cuidar la salud
Senderismo por la naturaleza
A solas, con la familia o con amistades, aventurarse en una ruta natural puede ser una forma estupenda de disfrutar de la belleza paisajística que ofrece tu país. Ponte crema solar y prepara snacks saludables que sean fáciles de llevar junto con una botella de agua para mantener la hidratación durante todo el camino.
Además de mejorar tu salud física, hacer ejercicio al aire libre y estar rodeado de naturaleza te beneficiará, reducirá los niveles de estrés y mejorará tu salud mental.
Ahora que ya sabes cómo disfrutar al máximo de tus preciadas vacaciones, no olvides tener cuidado especial con la hidratación y la protección del sol, y pasa unos días tranquilos y de descanso.
