Análisis clínico
Los análisis clínicos, también conocidos como pruebas de laboratorio, son exploraciones clínicas que se solicitan al laboratorio con el fin de confirmar, descartar o saber más sobre un diagnóstico.
A través de una pequeña muestra biológica y su posterior examen en laboratorio, los análisis clínicos ofrecen resultados objetivos, proporcionando al equipo médico información cualitativa y cuantitativa de gran valor con la que complementar el expediente médico de un paciente. Así, gracias a los diferentes análisis clínicos existentes, se pueden detectar anomalías u obtener información mucho más detallada para elaborar diagnósticos personalizados y determinar tratamientos.
Por lo tanto, la realización de análisis clínicos puede llevarse a cabo teniendo en cuenta diferentes objetivos o finalidades:
- Prevención: a través de la realización de análisis clínicos se pueden llegar a detectar de manera precoz diferentes tipos de anomalías. Es una herramienta fundamental para comprobar que todos los parámetros de una persona se encuentran en su estado de normalidad. En caso de que presenten algún tipo de anomalía, las medidas correctivas que se apliquen serán mucho más certeras gracias a los datos proporcionados en dichos análisis.
- Confirmación o descarte de patologías: resultan ser una forma imprescindible a la hora de confirmar o descartar diagnósticos médicos. La información proporcionada, cuantitativa o cualitativa, resulta ser de vital importancia a la hora de complementar el resto de pruebas, observaciones y diagnósticos médicos.
- Investigación: al margen de su práctica como herramienta de diagnóstico, los análisis clínicos pueden ser utilizados como elemento fundamental para la investigación, el desarrollo de nuevos tratamientos y la creación de nuevos medicamentos. Por supuesto, los análisis clínicos comprenden una parte de vital importancia dentro del sector pedagógico.
En cuanto a los diferentes tipos de análisis clínicos, pueden ser clasificados dependiendo de las muestras utilizadas: análisis de sangre, heces, orina, tejido, etc. Será el médico o el especialista quien solicite uno u otro tipo de análisis clínico dependiendo de las necesidades o información que necesite obtener.