Frotis bucal

frotis bucal

 

El frotis bucal es una prueba que consiste en introducir en la boca un hisopo y frotarlo contra las mejillas. El objetivo es que este hisopo quede impregnado de las células de una persona en particular para, posteriormente, ser analizadas en un laboratorio. En ocasiones, puede utilizarse otro material, como una espátula, para la recogida de estas muestras.

Las razones por las que se puede llevar a cabo un frotis bucal son las siguientes:

  • Usar las muestras recogidas para realizar una prueba de paternidad legal o privada. Las células de la boca contienen ADN que puede determinar el parentesco entre dos personas después de ser analizadas en un laboratorio.
  • Confirmar si una persona es mujer u hombre. Esto puede ser relevante en algunos momentos, como puede ser una competición deportiva, y es posible obtener unos buenos resultados con tan solo extraer unas muestras de la boca.
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Los riesgos del frotis bucal son inexistentes, ya que no genera ningún dolor ni malestar en las personas que se someten a él. De hecho, el hisopo o la espátula están limpios en el momento en el que entran en contacto con la mucosa bucal y permiten obtener las muestras que se necesitan con un raspado que es muy suave y no provoca daños.

Por lo general, antes de someterse a este tipo de prueba se recomienda no comer, beber ni fumar. Además, puede requerirse un lavado de la boca previo antes de que se introduzca el instrumento que recogerá la muestra en la boca. Esto evitará alterar el proceso y prevenir que se tenga que repetir de nuevo si los resultados generan dudas. 

La duración del frotis bucal no se puede determinar, pero puede requerirse mantener el hisopo unos minutos en la boca para que se impregne bien de las células. Asimismo, a veces no solo se recogen muestras de las mejillas, sino de la lengua y de las encías para obtener el mayor número de células posibles.